Hoy fue...

Hoy fue un día aburrido, he vagueado todo lo que he podido y más, he salido esta mañana un poco de casa e intento no pensar mucho para no dejarme llevar por la rabia ni sentirme asqueada conmigo misma por haber permitido muchas cosas, por haber obrado de modo incorrecto en otras y por no haber sabido mantenerme firme en mis resoluciones anteriores cada vez que sabía que tenía que terminar esa relación.
Por una parte pienso que la rabia ayuda a pasar página pero también sé que no es bueno sentir rencor, así que ¿Como liberarme de recuerdos sin sabotear mi corazón de amargura? ¿Como empezar a aceptar que las cosas son como son y que he sido yo la que ha consentido siempre que las cosas sucedieran como sucedian sin poner punto y final a tiempo?
Supongo que porque era ahora mismo el tiempo de ese punto final, porque tenía que pasar todo lo que ha pasado, porque el hastio había de desbordar el vaso de mi paciencia.
Quizás porque no puedo negar que había sentimientos por parte de ambos,pero no era posible estar juntos, ni queriamos las mismas cosas,si yo hubiese percibido que no había sentimientos por su parte no hubiese continuado, a veces no sé ni que sentía yo ni que siento ahora mismo y pienso que también he sido víctima fácil de su chantaje emocional.
Durante mucho tiempo,al principio de la relación fui yo quien proponía vernos más esporadicamente pero él siempre se opuso y abogo falsamente por una relación más intensa y frecuente, obviamente buscaba su propio interés y una compañera fácil para seguir comodamente disfrutando sin implicarse jamás en nada real.
Yo fui quien calibro la situación, quien percibia que estabamos bien juntos pero queria ir más despacio,y no implicarme tanto, sin embargo cuando quise darme cuenta ya estaba absorbida y monopolizada por este hombre que siempre argumentaba lo oportuno para que yo flaqueara en mis intenciones.
Me digo estos días a mi misma y lo repito a mis amigas mil veces : Soy yo mi peor enemiga en esta situación. No quiero bajonearme, sentirme triste, olvidar lo malo y recordar lo bueno. Quiero mantenerme firme en esta global visión que tengo ahora: La de las cosas buenas y la de las muchas malas que hubo.
Pero me he merecido en estos meses un par de bofetadas, de esas que hacen reaccionar, merezco que alguien me hubiese zarandeado hace tiempo y me hubiese hecho ver esta realidad, que siempre ha existo, es sólo que yo he permitido la ambigüedad, he fingido no ver, he creido en falsos cambios que él anunciaba o simulaba.
Quizás cuando empecé a darme cuenta ya habían pasado muchos meses y me dio pereza terminar y tener que volver a empezar, pensé que dejarlo entonces era tirar por la borda todo el tiempo pasado a su lado, pero me equivoqué ,seguir fue desgastarme más hasta volver a llegar al punto y aparte, que sólo es un nuevo principio para mí.

Si, por fin asumo que las cosas son como son, que él no va a cambiar jamás, que nada es tan idilico como yo alguna vez quise ver y deseo con toda mi alma cambios y novedades en mi vida. No creo que sea incompatible desear volver a ser feliz simultaneado con el fin de una relación y de una etapa vital.

Estos años he estado dejandome llevar por todo lo que iba sucediendo en mi vida, tanto a nivel laboral como personal. Esta última relación ha sido la culminación de ese proceso de estupidez y adormecimiento de mi ser. Pero desperté, de golpe, a todo. Y de repente me pregunté el porque seguía ahi. Ni un minuto más podía ya pasar a su lado y asi actue en consecuencia...

Y tengo miedo de no ser fuerte, de añorar, de sentir nostalgia, de sentirme sola.
Y no hablo de esa soledad que estos dias añoraba, de la soledad que me permite hacer miles de cosas pendientes que tengo que hacer y tener tiempo para mi, porque necesitaba recuperar mi espacio, respirar, no tenerle permanentemente a mi lado y poder obrar libremente.

Tengo miedo de sentir miedo a esa otra soledad, a la que viene acompañada de ausencia de caricias y besos, soledad por sentir la necesidad de que alguien te ame y vive para tí, a esa soledad que te angustia pensando que quizás ya no serás capaz de volver a entregarte a nadie ni de volver a sentir amor por nadie.
Es complicado volver a sentir, hay momentos que pienso que estoy receptiva a ser feliz y dejarme llevar de nuevo por ese vértigo incierto, pero otras veces pienso que no quiero repetir la experiencia, ni siquiera me atrae pensar en nada.

Si sé todas las cosas que ya no quiero, sé el tipo de relación que no quiero volver a vivir, pero no sé si estoy preparada o seré capaz de tener otro tipo de relación, ni sé si quiero tener otra relación.
Mañana será otro día.